lunes, 1 de octubre de 2012

Crónica de un ascenso irrefrenable


En la historia de la humanidad aparece una larga lista de nombres de hombres que han hecho aportes fundamentales para el desarrollo de la civilización; la de mujeres ha quedado relegada, casi en el olvido, no por ser menos importante sino porque el mundo machista hizo oídos sordos, ignorándola, y considerándola menos  trascendente que la del sexo opuesto.
La emancipación femenina es una cuestión relativamente reciente, desde el sufragio hasta los anticonceptivos orales, pasando por el divorcio y la inserción en el mundo del trabajo, las mujeres han tenido que luchar por estar al menos un par de peldaños más cerca de los hombres.
La aplicación de políticas sociales con un tinte cuasi nazista en pro de los derechos de “las más débiles” ha buscado emparejar mediante legislaciones la situación de estas subordinadas, lo que representó una solución en el plano teórico, pero en la conciencia colectiva siguen vigentes dogmas arcaicos que más que tradición demuestran estancamiento.
Esta aparente “generosidad” le permitió a las mujeres trabajar, pero por menos salario que los hombres, teniendo que llegar a casa y seguir con las tareas que antes realizaba. Pero no podían hacer sus propios reclamos, no por falta de voz, sino porque no eran escuchadas, dependían de que algún varón con la influencia necesaria se percatara de lo injusto de su realidad.
No se las ha dejado de concebir como ‘’una costilla’’, no obstante son constantes las aseveraciones sobre una sociedad aggiornada, una mentalidad abierta y una cosmovisión moderna, que poco tienen que ver con la situación de lucha aguerrida por la igualdad que día a día renuevan las mujeres por obtener el sitio que les pertenece.
En la actualidad cada vez más luchadoras optan por abandonar el silencio, por enfrentarse a este mundo desbordado de prejuicios y demostrarle que el cambio viene de la mano de nuevas miradas y que ellas tienen la llave para abrir las puertas que el hombre aún no se ha animado a  abrir.


Nataly Medina

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