LEGALIZACIÓN DEL
ABORTO EN URUGUAY
Las opiniones de los uruguayos sobre la
despenalización del aborto están divididas, con una mayoría clara a favor, pero
también una robusta minoría en contra.
Estas opiniones se han
mantenido estables en los últimos cinco años; las distintas opiniones
están asociadas a diferencias socio-culturales.
Entre los factores más influyentes están la
educación, las creencias religiosas y los ingresos.
Las mujeres, en
particular, hoy son menos favorables a la despenalización del
aborto que los hombres. Pero las mujeres más jóvenes, más educadas y de mejores
ingresos son más favorables
a la despenalización del aborto que los hombres en esas mismas condiciones.
En conjunto, si la
sociedad uruguaya sigue prosperando es probable que las opiniones se vuelvan,
lentamente, aún más favorables a la despenalización del aborto; tal
vez por todas estas complejidades los juicios de la población no aparecen
cortados claramente entre gobierno y oposición.
La mayoría de los
frentistas está a favor de despenalizar, pero una minoría (uno en cuatro) se
opone; los colorados están muy divididos, prácticamente en mitades, y los
blancos mayoritariamente se oponen (pero casi cuatro de cada diez de ellos
están a favor de la despenalización).
Finalmente, como
en la mayoría de los países donde esto se ha plebiscitado, aquí el resultado de
un referéndum sería muy probablemente favorable a la despenalización del
aborto. Pero hoy una minoría muy numerosa, tal vez más del 40% de la población,
votaría en contra.
“El financiero” publicó: Internacional
Miércoles, 26
de Septiembre de 2012 09:54
La Cámara de Diputados de Uruguay
aprobó el martes
25 de septiembre un
proyecto que legaliza el aborto hasta las 12 semanas de embarazo,
tras un proceso de negociación entre los partidos que resultó en una propuesta
de ley pionera en Latinoamérica.
La votación
de 50-49 se produjo justo antes de la medianoche, luego que varios congresistas en ambas
partes del debate dijesen que no podían con la conciencia tranquila seguir a
sus partidos y permitieron que votasen sus sustitutos.
El presidente José Mujica
dice que promulgará la ley si el Senado la aprueba.
"La interrupción del
embarazo no será penalizada... para el caso que la mujer cumpla voluntariamente
con los requisitos que se establecen en los artículos siguientes y se realice
antes de las 12 semanas de gravidez", dice el proyecto de ley en su
segundo artículo.
El artículo siguiente
determina que cuando una mujer
indique al médico que quiere abortar, éste la derivará a un "equipo
interdisciplinario" integrado por al menos 3 profesionales -un
ginecólogo, un psicólogo y un asistente social- que deberá informarle los
riesgos y las "alternativas al aborto", incluyendo los programas de
apoyo a la maternidad y la posibilidad de entregar a su hijo en adopción.
"Es importante que la
mujer que decida hacerse un aborto participe de una instancia donde se la
informe, se le expliquen las opciones incluyendo las alternativas y sea libre
de elegir", dijo Posada.
En el resto del país los
códigos penales establecen excepciones, por ejemplo, en prácticamente todos se
establece que no habrá castigo en caso de violación.
Otros artículos del proyecto
uruguayo establecen que fuera de
este plazo se podrá abortar en caso de violación, de riesgo para la madre o de
malformaciones fetales graves.
Condiciones
"El proyecto tiene como
objetivo disminuir el número de abortos en el país. Se habla de que hay30,000
sucesos al año, es una cifra hipotética, pero sea el número que
sea es realmente dramático para un país donde anualmente
nacen 47,000 niños", indicó Posada. "", explicó.
El texto dice que el personal
de salud podrá presentar "objeción de conciencia" para no tener que
participar de abortos si no está de acuerdo con ellos por motivos éticos.
Además, las instituciones de salud privada que tengan "objeciones de
ideario" contra el aborto podrán derivar mujeres a otros centros.
Por otra parte, el proyecto
determina que sólo podrán
practicarse un aborto "las ciudadanas uruguayas" o "las
extranjeras que acrediten fehacientemente su residencia"
en Uruguay por al menos un año.
El 51% de los uruguayos está
a favor de que se despenalice el aborto y 34% está en contra, según un estudio
de la consultora privada Cifra.
En contra
En tanto, las organizaciones a favor de la
legalización están disconformes con el proyecto, al que
consideraron "insuficiente". "Esta no es la ley por la que hemos
luchado por más de 25 años", dijo Marta Aguñin, dirigente de la
organización no gubernamental Mujer y Salud en Uruguay.
La organización, autodefinida
como feminista, protagonizó
un acto de frente al Parlamento, en el que 24 activistas —la
mitad de ellas desnudas— hicieron una ronda y gritaron "Ellos deciden y
nosotras ponemos el cuerpo".
El proyecto indica que la
mujer que pida practicarse un aborto deberá explicar "las circunstancias
derivadas de las condiciones en que ha sobrevenido la concepción, situaciones
de penuria económica, sociales o familiares o etarias, que a su criterio, le
impiden continuar con el embarazo".
Por su parte, la ginecóloga Marie González, docente de
Bioética de la Facultad
de Medicina de la
Universidad de la República , consideró "nefasto" el
proyecto. "El
embrión-feto es un ser humano, y como tal tiene derechos, como el derecho
humano a vivir", afirmó.
Organizaciones anti aborto
realizaron una marcha por la principal avenida de Montevideo la noche del lunes
24 de septiembre, llamando a "defender la vida". "El
proyecto considera al aborto como un acto médico, siendo que es la antítesis,
la medicina es para salvar vidas", dijo González,
explicando que si el texto es aprobado abogará por que sean "muchos los
ginecólogos que se nieguen a practicarlo por objeción de conciencia".
El Parlamento uruguayo había
aprobado una ley similar en 2008 pero el entonces presidente Tabaré Vázquez
-del Frente Amplio al igual que el actual mandatario José Mujica- vetó la ley.
Mujica anticipó que no vetará la ley si es aprobada.
De aprobarse la iniciativa,
Uruguay será el segundo país de América Latina después de Cuba en legalizar el
aborto. En Argentina y Colombia está permitido cuando existe riesgo de vida
para la madre o el embarazo fue fruto de una violación. En Colombia, además,
también está autorizado en caso de malformación probada del feto. En Ciudad de
México también es legal dentro de las primeras 12 semanas de gestación.
Patricia
Mena.
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